La cabra montesa es un emblema del Parque Natural de la Sierra de Cazorla, Segura y Las Villas. Un auténtico superviviente que estuvo cerca de extinguirse por la caza furtiva y por un extenso brote de sarna que dejó a su población diezmada. Hoy en día, sin embargo, su especie no corre peligro y sigue expandiéndose por nuestras sierras. De hecho, ha habido varios avistamientos realmente cerca de la localidad de Villanueva del Arzobispo, lejos de su hábitat, que suele estar en terrenos rocosos y montañosos.
Este hermoso bóvido, endémico de la península, tiene el tamaño de una cabra doméstica, siendo los machos considerablemente más grandes que las hembras. Ambos tienen cuernos, aunque ellos pueden llegar a triplicar el tamaño de sus parejas, pudiendo llegar a medir más de un metro y los de ellas alcanzan los 20 o 30 centímetros.
En época de celo, los machos pelean por su derecho a aparearse. Con sus poderosas cuernas se enfrentan entre ellos en peligrosos combates en terrenos escarpados y riscos, hasta que el derrotado huye.
Curiosidades: los cuernos de este animal son muy valorados como trofeo cinegético. Cada año, cientos de cazadores de todo el mundo vienen a España para intentar hacerse con la cabeza de esta especie única en el planeta.
