En primer lugar hay que diferenciar los grupos de mamíferos carnívoros que tenemos en Villanueva del Arzobispo:
- Mustélidos: comadreja, turón, tejón, garduña y nutria
- Vivérridos: gineta
- Herpéstidos (mangostas): meloncillo
- Félidos: gato montés y lince ibérico
- Cánidos: zorro rojo
Los mustelidos son mamíferos de pequeño y mediano tamaño. Pueden ser carroñeros, aunque están perfectamente adaptados a la caza. Sus cuerpos suelen ser alargados, fuertes, con patas cortas y pelaje denso. Son buenos nadadores,corredores y trepadores, siendo el tejón el menos habilidoso en comparación con sus parientes, principalmente por su tamaño.
Los vivérridos en Villanueva del Arzobispo solo tienen un representante, la gineta. De aspecto parecido al gato doméstico, la gineta aún conserva un pelaje salvaje, que demuestra que su origen es africano. El hocico es más alargado y tiene un aspecto más felino. La cola es larga y anillada.
Los herpéstidos son una familia de mamíferos que tienen como ejemplares más conocidos las suricatas africanas. Todos han vistos alguna vez en los documentales a esas numerosas familias de mamíferos que se ponen de pie para vigilar si viene algún depredador. En Villanueva del Arzobispo tenemos a un pariente directo, el meloncillo, un carnívoro solitario y que se caracteriza por hace vida diurna, siendo muy raro verlo cazar cuando se pone el sol.
Félidos. Cuando pensamos en felinos nos vienen a la mente grandes depredadores como el león y el leopardo. Y no es para menos, el gato montés y el lince ibérico son grandes depredadores pero en tamaño más reducido. Su astucia, fuerza, velocidad y sigilo nada tienen que envidiar a los grandes predadores africanos.
En Villanueva del Arzobispo, como animal salvaje, solo tenemos al zorro rojo representando a los cánidos. Es cierto que hay rumores de la existencia de perros salvajes, aunque más bien se puede tratar de perros domésticos asilvestrados. El otro gran cánido de nuestro país es el lobo, que aunque desapareció de nuestras sierras hace muchos años, es cierto que está volviendo a expandirse y ha habido avistamientos relativamente cerca. Aunque a día de hoy la presencia del lobo en Villanueva del Arzobispo o el parque natural no está confirmada oficialmente.
Vamos a aprender a diferenciar entre sí a algunos de los ejemplares que más confusión pueden crear:
Diferencias entre la gineta y el meloncillo
Aunque no tienen muchas similitudes entre sí, la gineta y el meloncillo suelen ser confundidos por el desconocimiento que tiene la población sobre ellos, ya que son los dos ejemplares más exóticos de carnívoros que tenemos en Villanueva del Arzobispo.
El meloncillo puede llegar a medir un metro con cola, aunque el tamaño con tronco y cabeza es de unos 55 centímetros, prácticamente igual que la gineta, cuya cola puede ser aún más larga, superando el tamaño del cuerpo. En peso sí hay diferencias, siendo más corpulento el meloncillo, que puede llegar hasta los cuatro kilos. La gineta sin embargo rara vez llega a los tres kilogramos.
El color también es diferente entre ambos. Mientras que la gineta tiene tonalidades claras, con manchas felinas por todo el cuerpo y la cola anillada, el meloncillo tiene un color pardo más uniforme con las puntas del pelaje amarillentas.
Foto: meloncillo izquierda, gineta derecha
¿Cómo diferenciar un gato montés de un gato doméstico?
La primera característica que debes tener en cuenta es cómo y en qué circunstacias lo has visto. Si es un gato cercano o poco asustadizo nunca va a tratarse de un montés, pues estos son extremadamente esquivos y desconfiados. Tampoco son monteses los gatos asilvestrados o cimarrones, que son aquellos gatos domésticos que pueden estar en estado salvaje durante varias generaciones.
El gato montés mide unos 90 centímetros, pesa unos 5 kiligramos y es más robusto y más corpulento que un gato doméstico. El pelaje es de color gris tirando a pardo, con rayas orcuras o negras por todo el cuerpo, expcepto el vientre. Posee dos rayas negras en cada moflete y una cola muy densa, gorda y peluda con anillos oscuros. Los bigotes son también más largos y caídos hacia abajo. El final de la cola siempre es negro, a modo de bola. Los ojos son de color verde o ámbar y suelen ser bastante grandes. La cabeza igualmente es más ancha, con las orejas muy pequeñas y el pelaje por todo el cuerpo en general es mucho más denso que el de un gato doméstico o asilvestrado.
También lo puedes diferenciar claramente por los movimientos. Estos son extremedamente sigilosos. Nos recordará mucho a los documentales de los grandes felinos, con pasos cautelosos, uno detrás de otro.
El aspecto general del gato montés es mucho más félido que el de los gatos normales.
Foto: gato montés izquierda, doméstico o cimarrón a la derecha
Diferencias entre el lince ibérico y zorro rojo
La primera diferencia clara es el tamaño, mientras que el lince puede llegar a pesar de 15 a 20 kilogramos, el zorro en Villanueva del Arzobispo rara vez llega a los 8 o 10 kilos. Su tamaño también es diferente, el lince puede llegar a pasar el metro de largo sin contar la cola y el zorro mide unos 70 centímetros.
Aunque normalmente son animales muy esquivos y podemos verlos de refilón entre matas o árboles a una distancia considerable, así que lo que nos hará distinguirlos fácilmente será la cola, la del zorro es tan larga como su propio cuerpo y del mismo color, acabada en una punta blanca. La del lince es mucho más pequeña, pareciendo que está cortada y acaba siempre en una punta negra.
El pelaje también es muy diferenciador. El zorro tiene tonalidades anaranjadas, mientras que el lince tiene un color más pardo, con manchas negras y una barba blanca.
El aspecto general también es diferente. El zorro nos recordará siempre a un perro, mientras que el lince tiene movimientos y una forma de correr y andar más parecida a la de los grandes felinos, incluso nos recordará más a los gatos.
Foto: lince ibérico izquierda, zorro derecha
¿En qué se diferencia el turón y la garduña?
Sin duda uno de los retos más complicados es diferenciar a un turón de una garduña. El tamaño es muy similar, unos 40 o 50 centímetros, aunque la garduña suele ser ligeramente mayor, aunque esa diferencia es inapreciable si se ven por separado. La cabeza es más pequeña y corta en el caso del turón, teniendo la garduña el hocico más alargado. También el tronco es más corpulento en el caso de la garduña, teniendo el turón una figura más fina, alargada y estilizada. La cola del turón es también más fina y con menos pelaje que la de su familiar.
El color varía ligeramente, siendo más pardo en el caso del turón y más rojizo en las garduñas, aunque igualmente será difícil distinguirlo si los vemos por la noche, que es cuando están más activos. Pero en las tonalidades sí podemos obtener las diferencias más claras. La garduña tiene la garganta completamente blanca, siendo el turón de un color uniforme por todo el cuerpo. Lo que sí los diferencia claramente a ambos es la cabeza, siendo blanca la del turón con un antifaz que le cubre todo el contorno de los ojos.
Foto: turón izquierda, garduña derecha
Cómo diferenciar la garduña y la comadreja
La respuesta en sí en muy fácil. La diferencia principal es el tamaño, siendo la garduña bastante mayor que la comadreja. La primera tiene el tamaño aproximado de un gato y la segunda el tamaño de una rata. Entonces, ¿por qué esta comparativa? Porque sí nos puede llevar a confusión si vemos una fotografía o encontramos una garduña juvenil, lo que nos puede hacer dudar de qué especie estamos visualizando. El color en sí es muy parecido, teniendo ambas un pelaje rojizo, siendo de tonalidades más claras en el caso de la comadreja. La cola también es más larga, densa y gorda en la garduña. Otra característica que las diferencian es que la comadreja tiene la garganta y todo el vientre blanco, mientras que su pariente más grande solo tiene la garganta de color claro.
Foto: garduña izquierda, comadreja derecha
Diferencias entre el tejón y la nutria
Ambos son mamíferos de mediano tamaño, llegando a crecer bastante más que sus otros parientes mustélidos. La nutria está asociada siempre al agua , algo que también busca con frecuencia el tejón, ya que busca zonas húmedas, donde puede encontrar lombrices de gran tamaño para alimentarse.
El tejón mide unos 70 centímetros más unos 15 centímetros de cola y puede pesar unos 13 o 14 kilogramos. La nutria mide igualmente unos 70 centímetros, siendo la cola más larga. En conjunto puede llegar a medir más de un metro, aunque tiene un cuerpo más estilizado que el tejón y el peso ronda los 10 kilogramos.
El color del tejón es grisáceo, con las patas negras y la cabeza blanca, con dos franjas negras muy diferenciadoras que le cubren los ojos desde el hocico hasta las orejas. La cabeza es también mucho más alargada que la de la nutria y el aspecto general es de ser un animal mucho más pesado y corpulento.
La nutria tiene un color rojizo más uniforme, excepto en la garganta, que es de color blanco. Se parece también ligeramente a la garduña, aunque el aspecto de la nutria es más compacto, con una cola fina y más musculosa, además de un tamaño bastante mayor.
Foto: nutria izquierda, tejón derecha