Uno de los insectos más característicos de Villanueva del Arzobispo, siendo muy frecuente verlo entre nuestros olivares.
Es un escarabajo de movimientos lentos, por los que puede ser presa fácil de los predadores. Para defenderse, cuando se siente amenazado secreta una sustancia muy tóxica llamada cantaridina. Esta sustancia es irritativa, provocando erupciones en la piel y, en caso de ser ingerida, puede provocar náuseas y diarrea. De tal modo es mejor no tocarlo, como bien indican sus franjas de color rojo y anaranjado, alertando de su toxicidad.
Curiosidades: antiguamente, y todavía en algunas zonas rurales, se piensa que el escarabajo del aceite o aceitera, como también se le conoce, expulsaba sangre, debido al color rojizo de la secreción que posee.