Este mamífero, de la familia de los félidos, es uno de los animales más protegidos en Villanueva del Arzobispo, al igual que en el resto de España. Su número se ha reducido considerablemente, por lo que no es frecuente verlo, también porque es muy asustadizo y esquivo con los humanos.
Su dieta se compone principalmente de roedores y otros mamíferos, aunque, al igual que los gatos domésticos, es muy ágil y puede cazar también aves.
Sus principales características, que lo diferencian de nuestras mascotas, son su mayor tamaño, corpulencia, orejas cortas, cráneo más voluminoso y una cola más densa y corta con rayas negras hasta acabar en la punta, que es completamente negra.
Es realmente difícil observarlo entre olivares tradicionales, a menos que sean de sierra o tenga monte cercano, ya que prefiere estar oculto en hábitats frondosos.
No debe confundirse con los cimarrones, que son gatos domésticos asilvestrados. La especie que podemos encontrar en Villanueva del Arzobispo es la felis silvestris tartessia, un endemismo ibérico que es de mayor tamaño que sus parientes europeos.
Curiosidades: suele tragarse a los roedores enteros, casi sin masticar.