Este halcón es una de las aves más rápidas del mundo, llegando a alcanzar los 320 kilómetros por hora al descender en picada desde grandes alturas para atacar a su presa.
A pesar de que actualmente la preocupación por el número de ejemplares es menor, estuvo en grave peligro de extinción a mediados del siglo XX.
Se alimenta de una amplia variedad de aves. Se sabe que es capaz de atrapar presas tan grandes como patos, gansos o incluso gaviotas y otras tan pequeñas como los pájaros cantores. También se alimenta en menor medida de mamíferos pequeños, en ocasiones de insectos, y rara vez de carroña.
Los halcones siempre han sido aves de campo, pero últimamente empiezan a colonizar ciudades como Villanueva del Arzobispo, donde es fácil encontrar presas como las palomas y otros pájaros más pequeños.
Curiosidades: el halcón peregrino tiene una excelente visión y, para conservarla en perfecto estado, posee una membrana que parpadea continuamente, para mantener el ojo hidratado y lejos de partículas contaminantes.