La plaza de toros actual es un exuberante edificio de estilo neomudéjar donde sobresale el uso del ladrillo y los arcos de herradura. Estos elementos la dotan de gran originalidad y elegancia.
El nuevo coso se le encargó a José María Tortajada, quien levantó el edificio hasta los tres metros de altura. Más tarde y a partir de 1924 asumió la dirección técnica el ingeniero militar Ángel Arbex, quien modificó la estructura en la parte hueca del edificio, sustituyendo al ladrillo por el cemento para ahorrar costes y resultar más compacto.
Nuestra plaza tiene una capacidad de 6000 espectadores entre las gradas y los palcos. Esta dotada de todos los servicios necesarios: toriles con ocho chiqueros, tres corrales para el ganado, desolladero, cuadras, patio de caballos, capilla, enfermería y vivienda para el guarda.
En el último periodo de construcción es destacada la participación del maestro de obras D. Manuel López Ramírez quien le dió aspecto ornamental y la comodidad y amplitud que posee.