Gallipato mostrando sus costillas venenosas, fotografiado en Villanueva del Arzobispo
Ambas especies tienen parentesco y proceden de la familia salamandridae. Al igual que los tritones, es una especie que provoca gran preocupación debido a la fuerte disminución de su número en Villanueva del Arzobispo y España.
Se alimentan de pequeños crustáceos, insectos y larvas, tanto dentro como fuera del agua. Aunque su hábitat siempre va ligado al charcas, estanques y arroyos o ríos, ya que los necesitan para sus puestas.
Se diferencian claramente porque los gallipatos son más grandes, hasta 30 cm de largo y las salamandras son negras con unas manchas amarillas muy características.
Curiosidades del gallipato: tiene una curiosa forma de defenderse de otros depredadores. Es capaz de sacar sus costillas, atravesando su propio cuerpo, para crear una defensa de pinchos en el costado. Además del doloroso “bocado”, el predador se llevará una ración de veneno. Lo curioso es que las costillas salen del interior provocando heridas en el propio anfibio, aunque la increíble regeneración de su organismo hace que se recupere rápidamente.
Curiosidades salamandra: se les llama vulgarmente tiro, y algunos mayores de nuestra tierra aún recuerdan el dicho “si te pica un tiro, no duras un suspiro”. La mitología siempre ha estado ligada a la salamandra, creyendo que podía vivir en el fuego, que escupía y te dejaba calvo o que acabó con 4.000 soldados de Alejandro Magno que bebieron agua en un río donde habitaba esta especie. Todo leyenda, que ha hecho que en muchos lugares la gente acabara con ellas cuando las veía. Lo único cierto es que es venenosa, secretando una sustancia por su piel para evitar ser comido. Esa secreción no es mortal para el ser humano ni la mayoría de los animales, es solo un método de defensa que provoca que otros predadores no las cacen.
Lo que sí es una curiosidad real es que son muy sensibles a la contaminación, por lo que su presencia determina que el agua es de calidad.
Salamandra
Gallipatos