Villanueva del Arzobispo es la líder en ser apodada “el pueblo de las tres mentiras”, ya que ni es villa, ni es nueva ni tiene arzobispo. Aunque no es la única que tiene ese mote, que comparte con otras localidades como Santillana del Mar, Aldeanueva de Ebro o Villanueva de Gállego.
A pesar de que ese molesto apodo lo arrastra desde hace decenas de años, se acoge con todo el cariño del mundo, como un estigma cultural que siempre irá ligado a nuestra localidad y nos hace sentir orgullosos de nuestras raíces.
Y para terminar, y como curiosidad, aclarar que esas mentiras no lo fueron tanto en su día, ya que el arzobispo de Toledo, Don Pedro Tenorio, encargó que se construyera una villa en la zona de La Moraleda. En su día, por lo tanto, fue una nueva localidad, nominada villa y encargada por un arzobispo. Una vez más, la toponimia nos enseña que los nombres de los lugares siempre tienen un origen real.